moción a pleno

Callosa reclamará rebajas en los módulos de IRPF del níspero para mantener el cultivo tradicional

27/03/2018 - 

CALLOSA D'EN SARRIÀ. El Ayuntamiento de Callosa d’en Sarrià reclamará al Gobierno de España, a través de una moción que se elevará a pleno el próximo jueves, 29 de marzo, la reducción permanente del índice de rendimiento neto de los módulos del IRPF de las producciones de níspero hasta ajustarlo a la realidad del sector. Asimismo, exigirá al Ministerio de Hacienda que, de manera provisional, modifique el sistema de revisión de los módulos de IRPF para evitar que los cálculos tengan en cuenta varios ejercicios fiscales anteriores, y sólo sea contabilizada la última campaña. 

En pleno inicio de la campaña del níspero el equipo de gobierno local elevará dicha moción, basada en un informe elaborado por la Cooperativa Agrícola de Callosa d’en Sarrià, Ruchey.

En la actualidad, los agricultores cotizan a las arcas públicas a través del sistema de estimación objetiva, que establece módulos generales para cada tipo de producción. Un sistema que es revisable de manera circunstancial por causa sobrevenidas, tales como inclemencias meteorológicas que afecten a la producción, a la calidad de la misma y a su comercialización. No obstante, este sistema de reducción de módulos no ataja el problema en su conjunto, que no es otro que la diferencia entre el módulo fijado por la autoridad fiscal competente y la realidad del sector agrícola.

Así, según señala el informe aportado por la Cooperativa Ruchey, el cultivo tradicional del níspero de Callosa d'en Sarriá ha entrado en decadencia y corre peligro de extinción, ya que en los últimos 18 años la evolución de la producción del cultivo del níspero ha descendido en torno al 44%. 

En este sentido, el informe incide en que se ha de tener en cuenta que el níspero es un fruto que requiere una gran cantidad de mano de obra y mucha especialización en las tareas agrícolas, ya que es un cultivo muy artesanal. Todo ello se traduce en un elevado coste de producción. 

Según expone el informe, el periodo de recolección del fruto, en esta zona, y en condiciones climáticas normales, puede suponerle al agricultor entre 40 ó 50 días, desde sus parcelas más precoces hasta las más tardías.  Esto trasladado a la entidad comercializadora, pueden suponer unos 70/80 días con unos máximos de entrada que abarcan 20 días, donde se recolecta el 60% de la producción total. Los costes de producción del cultivo van repartiéndose a lo largo del ciclo del mismo, teniendo un efecto multiplicador en términos de gastos que soportan los productores. Así, los costes medios por hectárea en la producción del níspero superan los 25.000 euros. Por lo que la brecha entre el índice del níspero en estimación objetiva y el beneficio real que obtienen los agricultores es cada vez mayor.

Por todo ello, mantener un índice de IRPF del 0,37% actual, "es un agravio comparativo con respecto a los demás productos hortofrutícolas, que supone una pérdida de competitividad y el abandono constante del cultivo", según dice el Ayuntamiento en un comunicado.

Desde la Administración local se exige por ello la reconducción de esta situación para mantener vivo el cultivo por cuestiones de empleo y economía de la comarca, así como por cuestiones paisajísticas y medioambientales.   

El alcalde, Josep Saval, ha vuelto a insistir como en cada campaña que es necesaria una rebaja de al menos el 50% y que dicha rebaja tenga un carácter permanente para que no tenga que ser revisada cada año, dados los elevados costes de producción del cultivo del níspero. 

Igualmente, la concejala de Agricultura, Lumi Puigcerver, ha destacado “la constante reducción de la rentabilidad en las explotaciones del níspero en las últimas dos décadas por factores como la sequía que trae como consecuencia el aumento del precio del agua, el coste de la energía, las trabas burocráticas y la competencia intra y extra comunitaria”. Asimismo, Puigcerver ha señalado que también se reduce la rentabilidad por “las reiteradas inclemencias meteorológicas que suponen temporada tras temporada dificultades añadidas al sector, ya que se trata de un fruto muy vulnerable. Esto hace que los sistemas de tributación que no se actualizan se conviertan en elementos que restan competitividad, rentabilidad al productor y un paulatino abandono de la actividad”.

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