El Marq presenta el sistema que señaló la ciudad como referencia geodésica

Alicante, la cota cero española

10/01/2018 - 

A finales del siglo XIX los científicos españoles consiguieron situar Alicante como una referencia mundial en topografía. Y lo consiguieron gracias al empeño por tener el primer mapa topográfico de España. Los técnicos del Instituto Geográfico Nacional eligieron la costa mediterránea como referencia para tener el punto de partida de la altitud. Así, Alicante se convirtió en medida de todas las alturas puesto que se convirtió en la cota cero de la península. Ahora el Museo Arqueológico de Alicante celebra la llegada de la réplica del Mareógrafo Thomson, el dispositivo que desde el Puerto estuvo midiendo el nivel del mar de manera oficial desde 1924 hasta 1969.

El director del Marq, Manuel Olcina, celebró este miércoles la nueva incorporación cedida por el Instituto Geográfico Nacional al museo. Marcelino Valdés, jefe del área de Geodesia del ING, explicó la historia de la elección de Alicante. "Había la necesidad del cero que se establecía para toda la España peninsular", señaló, "y entre todas las opciones se eligió Alicante porque ya existía el ferrocarril y permitía propagar esa altitud al resto del país". Además, frente a la bravura de la costa atlántica, se preferían las tranquilas aguas mediterráneas y en la costa este, Alicante se sitúa en la zona central de ese arco.

Valdés subrayó que desde aquellos propósitos iniciales de mantener la cota cero del país, se han ido añadiendo diferentes aplicaciones. Entre ellas están el estudio de la salinidad, de la temperatura del mar, el oleaje, y en particular cómo se refleja el cambio climático de manera concreta, como si está subiendo o bajando por el calentamiento global.

La importancia de situar a Alicante como punto de referencia para este tipo de mapas en toda España es uno de los aspectos que desarrolló Ignacio Hernández. Este, como comisario de esta pequeña muestra, se encargó de contar cómo empezó el proceso de medición con un funcionario que entre 1870 y 1874 observaba cuatro veces al día el nivel del mar con una escaleta que se situaba en las escalinatas del muelle de Levante. Un punto que hoy día se recuerda con un detalle en el propio Ayuntamiento, en el primer peldaño de la escalera del edificio histórico del consistorio.

El primer mareógrafo se instaló en 1874, un dispositivo mecánico más sencillo que el que se muestra en el Marq, puesto que contaba con una cadena unida a una boya y que marcaba sobre un rodillo de papel que se cambiaba diariamente la variación del nivel del mar. En 1924 llegó su evolución con el aparato diseñado por sir William Thomson y que aportó el sistema de reloj de péndulo. Gracias a eso y una cadena dentada que mejoraba el giro de los engranajes, se aumentó la precisión temporal y, además, la bobina de papel pasó a ser mensual.

 Olcina agradeció la colaboración con el IGN, quien les hizo el ofrecimiento de contar con una copia exacta creada en 1949 y en la que el centro nacional les facilitó las piezas necesarias y el técnico para su instalación. "Así ponemos en valor un instrumento importantísimo para la geodesia española", concluyó.

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