POR AMOR AL ARTE / OPINIÓN

Aleida González 

6/05/2018 - 

Aunque se abra el grifo de la pasta Montoro en plan cataratas del Niágara, se despliegue la intensidad intelectual kantiana o la legendaria capacidad de trabajo de Mari Carmen De España. Por mucho que todos los nuevos y viejunos asesores de la Escuela de Chicago pongan velas a la Mare de Déu del Remei y a Sant Nicolau. Por más que se vuelque más a la derecha el cuñado exaltando al nuevo alcalde en vez de a la Bellesa en les Fogueres 90 aniversari, el interregno, aquí en Alicante, va a ser divertidísimo.

Y eso que la oposición se empeña en la autodestrucción –Miguel Ángel Pavón in person y demás francotiradores y “activistas” hig quality encantados de conocerse quines penyores!- apuntando a Eva Montesinos y a Natxo Bellido, con lo guapos y modernos que me son.

Lástima que a Luis Barcala le hayan jaleado -LB que no JB-  en el tablao del ADDA y no en el Palmeral de San Gabriel. La tierra del taxista, el abuelo de SM la Reina Letizia. A la que adoro. Definitivamente, a Mariano Rajoy lo que más le pone es cortar cabezas. Y coleccionarlas. Cosas bonitas: Burgos, Logroño, Alicante.

Mariano Rajoy asesina a conciencia. Por eso ayer, la crème de la crème del PPCV estuvo tan sonriente –sólo medios gráficos- en el ADDA. Rajoy siempre estará delante, atrás, sobre, para y en el subsuelo de Luis Barcala: hombre muerto. Al Partido Popular le encantan, le salen a la perfección los funerales. No voy a citar aquí los interfectos a los que apoyó entusiásticamente el presidente que para eso está La Razón y porque si nombro a los Cotino, Blasco, Rus, Agramunt, Costa -Ricky el cooperador- y el Pare Camps, se me cabrean atlánticamente como gárgolas neogóticas de las Tierras Altas. O peor, en tipo Soprano. ¡Horror!, soy el único de la redacción que no se ha instalado todavía la alarma.

No se descarta haber visto peregrinar con blusón y bota de mistela a Barcala -pobret meu- hacia la Santa Faç allá muy de madrugada. Eso sí, posó de lejos en la mani del 1 de mayo para Alicante Plaza en unas magníficas fotografías de Rafa Molina. Tranquilos. No se tiznó.

Hablando del tráfico de armas y de la sacralidad del arte, Felipe VI ya congenia con Albert Rivera como “su” Adolfo Suárez. No acabo de ver a Pedro Sánchez en modo Felipe González: quizás porque Margarita Robles no es Alfonso Guerra. Tampoco Pablo Iglesias ni Alberto Garzón han sabido marcar una posición como lo hizo Santiago Carrillo. Quien le pronosticó a Gemma Nierga que el verdadero enigma - a la vez problema- tras la disolución de ETA sería cómo se disolvían y mantendrían en dinero contante y sonante a los excombatientes y sus correspondientes desviacionistas. Cambó, el acantilado y los presos. La paz cuesta mucho dinero. Don Felipe no será el rey de todos los españoles hasta que restaure -con respeto, cariño y dinero- la dignidad de los perdedores de la Guerra Civil. Quizás pueda ser capaz su hija si se deshace del borboneo y consigue sellar la paz de las heridas de los asesinos etarras y de sus víctimas. El perdón mutuo.

Ha comenzado la campaña electoral a ras de sangre contra el Botànic,  azotado impenitentemente en atriles y púlpitos, arrasado por la prensa de derechas. La verdad es que algún que otro botànic me lleva un subidón del copón. Pactar entre vosotros, vale. Pero fuera de la pomadita seguimos estando la gente. La izquierda es el detalle o no es nada.

Voro Navarro es la CEV. Rosa Perán, de Pikolinos, ha conseguido el milagro en Alacant. Consum va como un tiro, como Mercadona, pero en cooperativa. Los ambulancieros siguen perdiendo enfermos en las cunetas. Trump –cada vez más stronger- compró a Stormy Daniels y Yaneth Giraldo fustiga a César Sánchez que ajustará cuentas en el Palacio Provincial tras la dimisión de Miguel Zaragoza. Todos pendientes de la Audiencia Provincial y de la validación o no de las escuchas en el juicio Fenoll y Gregori. Que podría blanquear la manada, la era del saqueo popular. Portada en el NYT.

Albert Rivera quiere contaminar el imaginario del conflicto en Catalunya extendiendo el esquema a Navarra, a les Illes Balears y a la nostra terra valenciana. La verdad es que Toni Cantó -las esclusas del pensamiento occidental- es guapísimo. El bimi, el mayo del 68 y la Costa Amalfitana están de moda. Ya queda menos para el fin de la campaña electoral.

Aurelio Ayela instalará su obra Bebé Potemkin en el 50 aniversario de la empresa Mustang. Adrián Carrillo inaugura -hambre de escultura pura, de literatura bestia contenida- en Mutxamel. José María Íñigo se ha ido: queda prendida la tv en blanco y negro y els lluentors de Eurovisión. Rafael Chirbes es homenajeado en el Centre del Carme. No habrá Premio Nobel de Literatura. Lo de Forocoches es inadmisible.  Nunca victimizar a la víctima. Dignidad. Huele a Sant Joan.

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