jefe del Cuartel General de Despliegue Rápido de la OTAN en bétera

Teniente general Gan Pampols: "Subir al Everest te hace ver que eres pasajero"

4/08/2018 - 

VALÈNCIA (EFE). El teniente general Francisco José Gan Pampols (Figueres, Gerona, 1958), jefe del Cuartel General de Despliegue Rápido de la OTAN con sede en Bétera (Valencia), explica en una entrevista con la Agencia EFE que desde pequeño le atrae subir montañas por el bienestar que le reporta, que odia los selfis, y que cuando cuelga el uniforme es más de ir en vaqueros.

-Es un experto alpinista y ha ascendido a numerosas montañas ¿Cuando le surgió esa afición?

-Con 6 años empezó a llamarme la atención de forma poderosa la naturaleza y la montaña. Tenía la inquietud de saber qué había detrás, de subir para ver, y me producía sensación de bienestar. A pesar de la fatiga y la sed, tenía la impresión de que el retorno que me producía era bueno. 

-El hito de ser una de las pocas personas que ha estado en el Polo Norte, el Polo Sur y ha ascendido al Everest, ¿le produce una satisfacción especial?

-Es paradójico. Cuando se hacen esas cosas donde la exigencia y el sufrimiento son máximos, no hay retorno, uno acaba y solo siente que acaba de padecer y que le duelen cosas. Sería absurdo decir que uno no se siente orgulloso de lo que ha hecho pero no se vanagloria. El entorno te hace ver que eres un accidente, que lo que queda siempre es aquello y tú eres pasajero.

-¿Tiene un recuerdo especial de alguna montaña que ha ascendido?

-La primera montaña, que no subí porque no llegué a la cima por una neumonía, pero que me reportó más satisfacción, fue el Nanga Parbat (Pakistán), porque era técnicamente difícil y muy bonita. Me dio la verdadera medida de qué se hace en la montaña y por qué se disfruta.

-¿La playa tiene hueco en su vida?

-La playa es muy atractiva pero tiene que tener tres condiciones: no ser de afluencia masiva, estar limpia y en mar abierto. Si tiene esas tres cosas, me parece un sitio fantástico. Y de hecho, si no hubiera estado ligado a deportes de montaña, seguramente me hubiera gustado el submarinismo y la vela.

-¿Algún lugar en conflicto que haya visitado y sería un buen lugar para hacer turismo?

-La costa Dálmata, que vivió el conflicto de los Balcanes que dividió a la antigua Yugoslavia en cinco repúblicas. La parte de la costa de Croacia y Montenegro es preciosa, y además es una naturaleza muy viva. Son montañas calizas que tienen unas urgencias de agua y ríos que brotan de las rocas y cuando uno lo ve, piensa que es una naturaleza salvaje.

-¿Qué otra afición le llena?

-La fotografía me ha ido acompañando toda la vida, pero no me gusta aparecer. Me gustan las fotografías robadas, no posados, y odio los selfis. Hago fotos todos los días cuando salgo a pasear por València. 

Me llaman mucho la atención los pomos de las puertas, sus formas: hay manos, dragones, símbolos geométricos, y las puertas son de una calidad y trabajo de cincelado increíble. El álbum de València tendrá unas 300 fotos, pero tengo en todas las ciudades donde he estado aunque sea poco rato. Solo de la época de montaña tengo más de 6.000 diapositivas.

-¿Cómo recuerda su colaboración con el programa de TVE "Al filo de lo imposible"?

-Son recuerdos extraordinarios e imborrables, por la calidez y calidad de las personas. Era un encuentro entre dos mundos: el de los chicos técnicamente buenísimos en la montaña pero un poco antisistema, con melenas y barbas, y nosotros, tan puliditos. Pero la montaña lo iguala todo y en una semana estábamos todos exactamente igual y trabamos amistades para toda la vida.

-¿Era como el programa de Jesús Calleja?

-Nada que ver. No eran actividad espectáculo. Se pretendía transmitir la naturaleza en la que se estaba haciendo la actividad y tocaba todos los ámbitos del deporte. Tenía un punto canalla que a la juventud le atraía. Y a nosotros nos vino bien porque dimos una visión de la Fuerzas Armadas, que se creía cerrada, oscura y algo casposa, con gente normal.

-En el cine, ¿es de películas bélicas o comedias?

-Me encanta el cine de aventuras y el de buena ciencia ficción. En las películas bélicas soy muy selectivo, porque se han cometido grandes desmanes. "2001, una odisea del espacio" y la primera "Blade Runner" son dos películas de culto, cada una de una forma diferente. Las tengo y las he visto varias veces.

-¿Se defiende en la cocina?

-Poco, pero sobrevivo. Me gustan los garbanzos con bacalao y soy capaz de prepararlos. Soy el rey de los "Yatekomos" y puedo hacerme cualquier comida, pero si me la prepara alguien, mejor. Tengo dos platos a los que no me puedo resistir: el tataki de atún y steak tartar. 

-Cuándo se quita el uniforme, ¿es más de traje o de vaqueros?

-De vaqueros. Cuando cuelgo el uniforme, me pongo los vaqueros para pasear por València, que es una ciudad extraordinaria para visitar. 

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