entrevista al catedrático de Análisis Económico

Santiago Carbó: "Trump va a dejar de cumplir muchas promesas"

Foto: NATXO FRANCÉS
26/02/2017 - 

GANDIA. El catedrático de Fundamentos y Análisis Económico de la Universidad de Granada y consultor de la Reserva Federal de Chicago Santiago Carbó hace hincapié en la incógnita que supondrá para la economía española y valenciana los dos acontecimientos mundiales que hacen tambalear la estabilidad de Europa: El Brexit y la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos y sus políticas económicas. Carbó añade otro: El populismo que puede triunfar en Europa. Un panorama del que habla con Valencia Plaza en su visita a su ciudad natal, Gandia, para asistir a una jornada organizada por el Círculo de Economía de La Safor para hablar de las consecuencias políticas y económicas de la presidencia de Donald Trump.

-Se cumple un mes desde que Trump llegó a la Casa Blanca, ¿es tan malo como lo pintan?

-Está causando mucha incertidumbre. Ha supuesto muchos cambios, algunas medidas inesperadas y hay un cierto desorden en sus decisiones y en su propia Administración pues a veces parece que no tienen los mismos mensajes. Esa es la primera preocupación que genera, que puedan llevarse a cabo medidas que no tienen la suficiente ponderación o análisis y que estén basadas en planteamientos sectarios o que no se piensen bien las consecuencias. No se puede seguir con la vía de este mes, sin saber muy bien qué pretende. Me gustaría ver su hoja de ruta social y económica más claramente, más que cosas para hacerse una foto.

-En su opinión, ¿cree que va a cumplir con todas las promesas electorales? 

-Donald Trump va a dejar de cumplir muchas promesas; algunas porque no han sido viables en ningún momento y otras porque podrían ser viables sólo en circunstancias extremas. No olvidemos que al final el partido republicano siempre ha sido defensor de la libertad económica y de la globalización por lo que todo lo que sea hacer cosas extrañas puede al final cabrear a los republicanos. Creo que Trump cumplirá muchas cosas, sobre todo a nivel de marketing y de maquillaje, pero no podrá cumplir todo lo que quiere.

-Puede ser más explícito…

-No va a poder plantear los términos de comercio que plantea. No puede abrir guerras comerciales con México, China o Europa. Parece que con Canadá ahora no. Por ejemplo China, con quién es cierto que compite, también compra la deuda a Estados Unidos, por lo que es ahí por donde los veo más despistados. Sí que puede hacer algo en materia de Medio Ambiente porque no respeta los acuerdos y podrá influir en algunos órganos que son independientes. Donde debe tomar más realismo es en el tema del comercio, sobretodo por no engañar porque no va a cambiar los flujos comerciales para que vuelvan empresas a Ohio, Pensilvania... Eso va a ser muy difícil.

-En su opinión, entonces, no podrá influir en órganos como la Reserva Federal, ¿no?

-Exacto, dudo que pueda cambiar radicalmente la reserva federal. Podrá poner a una persona que sea de su entorno pero esa persona tendrá que reconocer que no lo puede cambiar completamente porque si no Estados Unidos entraría en una dinámica económica y financiera muy compleja.

Foto: NATXO FRANCÉS

-Dígame, ¿qué consecuencias reales tiene la victoria de Trump en la economía española? ¿Y en la valenciana?

-Si finalmente el comercio internacional se resiente también lo hará España y aún más la economía valenciana, que es una economía claramente exportadora y una de las más fuertes de nuestro país junto con la de Cataluña. Todo lo que es incertidumbre no nos viene bien. A corto plazo parece que sí nos va a venir bien que diga que se va a gastar más dinero, y así lo estamos notando en la bolsa, por ejemplo, que ha estado bastante bien a principio de año. Lo que me preocupa a medio y largo plazo es que si parte del discurso de Trump va calando, se genere mucha incertidumbre. La incertidumbre al final hace que la inversión recele más, la economía de todo el mundo se pueda parar o resentir y entonces lo notemos con un menor potencial de crecimiento.

-¿En qué lo puede notar el ciudadano?

-Si no hay ninguna catástrofe no lo notará. Lo notará si suben los precios de algo mucho, que no parece que vaya a suceder, que la inflación o los tipos de interés se disparen o que haya una crisis financiera. Lo que pasa es que el ciudadano queda perplejo ante los cambios. En cambio, lo notoría si hubiese contagio en Europa, si ganan los populistas en Francia (Frente Nacional de Marine Le Pen) u Holanda (Partido de la Libertad de Geert Wilders). Esto sí que puede ser más preocupante porque el proyecto Europa se puede debilitar.

-Y supongo que más aún el Brexit...

Por supuesto, mucho más que con Donald Trump al frente de la Casa Blanca. El Brexit sí que nos genera problemas por eso sería importante llegar a un buen acuerdo con el Reino Unido; tanto para España como para ellos. El Reino Unido es quién más va a sufrir y va a tener más dificultades pero nosotros también nos vemos perjudicados porque España tiene inversiones muy importantes en Reino Unido. Además, no hay que olvidar que el principal componente del turismo de España es el turismo británico por lo que hay que hacer bien las cosas para que no se resienta.

-¿Qué ocurrirá cuando realmente UK se ‘desenchufe’ de la Unión Europea?

-Se va a ir, otra cosa es que se marche de una manera más ordenada o no. No veo que Reino Unido se vaya a retraer en la decisión. España debe prepararse y, lógicamente, ver las contingentes. Hasta que no se active el Brexit y se sepa por dónde van los acuerdos del futuro no los veremos claros.

Foto: NATXO FRANCÉS

-¿Qué conclusiones podemos extraer de la peor crisis de la historia moderna española?

-Desde luego, que es la peor porque es una crisis financiera y a nosotros nos ha pillado de lleno, tardamos mucho en reaccionar como país… Debemos aprender que a veces los bancos quiebran y las consecuencias son bastante malas. Y bueno, tenemos que ser cada vez más competitivos porque el mundo no para y los países emergentes, como del sureste asiático, nos hacen mucha competencia pero también tenemos que mantener todo lo que podamos de nuestro estado de bienestar. La sociedad española ha resistido razonablemente bien a la crisis, a pesar de que nos ha pasado un tsunami financiero. Hay que evitar crisis financieras, estar preparado, evitar burbujas y que la economía esté diversificada y sea competitiva. Pero también mantener los valores que nos han hecho fuertes para resistir porque si desmantelamos todo lo que es el estado de Bienestar sería muy perjudicial para pasar una posible crisis, que seguro que llegará.

-¿Volveremos a tropezar en la misma piedra de los desmanes?

-En una crisis financiera caer en la misma piedra es difícil, aunque Trump está anunciando que quiere eliminar parte de la regulación financiera y eso podría estar alimentando una posible crisis pero los bancos también han aprendido, no les gusta estar en un proceso tan crítico. 

-Entonces, esa amenaza no hay que tomarla muy en serio… 

-Bueno, a medio plazo hay verlo pero a corto plazo entiendo que los bancos han aprendido la lección. O eso espero.

-Los bancos tienen ahora que hacer frente a la sentencia Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las cláusula suelo, ¿cuál es su opinión al respecto? 

-Cambian las normas del juego. Lógicamente la banca tendrá que cumplir con lo que estipula la justicia y devolver las cantidades por aquellos intereses cobrados indebidamente. El problema es que puede encarecer los productos porque para la banca tiene unos costes (supervisión del préstamo, análisis del riesgo) y, por tanto, se pueden encarecer las hipotecas. Hay que tener en cuenta que la banca tiene que proteger también su actividad porque si no puede tener el problema de dar préstamos muy baratos y que luego la gente no los pueda devolver.

Foto: NATXO FRANCÉS

-El mercado inmobiliario se está reactivando y los españoles se están animando a comprar una vivienda. A la vista de que los tipos de interés más pronto que tarde subirán en Europa, ¿le recomendaría una hipoteca a tipo variable o a tipo fijo?

-Depende de cada uno. Hay personas que quieren tener en un momento determinado un tipo de interés muy bajo y eso te lo marca normalmente un tipo de interés variable. Otros prefieren un tipo fijo para toda la vida. La aversión al riesgo de las personas es lo que influye: Si no tienen miedo a que suban, el tipo variable, y si tienen miedo, el tipo fijo.

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