opinión

Los resultados empresariales, claves para el devenir de los mercados financieros

Los inversores deben acostumbrarse a un escenario de mayor volatilidad, según el responsable del departamento de Inversiones de Unicorp Patrimonio (Grupo Unicaja)

13/07/2018 - 

MÁLAGA. Numerosos factores asociados a una salida desigual de la crisis económica en el mundo desarrollado, la brecha del nivel de vida de muchos países con respecto a EE UU y Europa unido a un proceso de transformación de todos los negocios -especialmente asociados a la automatización de procesos productivos y servicios- están generando un crecimiento notable de votos a partidos populistas; además del nacimiento de líderes como Trump, con nula experiencia de gobierno, que al principio hacen ruido pero empiezan ya a dificultar la necesaria estabilidad que los mercados necesitan.

Las primeras medidas del Gobierno italiano, la polémica sobre la inmigración en Alemania que casi le cuesta el puesto a Merkel o el aparente inicio formal de una guerra comercial con China por parte de EE UU -que a buen seguro será respondida de forma contundente- pueden descarrilar un entorno que todavía es idílico. Porque la realidad es que la economía global sigue creciendo con robustez, incluso con riesgos de recalentamiento en EEUU que crece por encima de su potencial, con tasas de crecimiento de empleo muy por encima de lo sostenible y políticas fiscales que insisten en seguir añadiendo fuerza a una inercia ya muy positiva, lo que pudiera acelerar la inflación y los salarios, y provocar una subida de tipos de interés algo más rápida de lo esperado.

En los años 30 vivimos otra guerra comercial, pero ahí iban todos contra todos. Todos los países se impusieron aranceles, pero ahora es una guerra de EE UU contra China, pero dado que el resto del mundo no le acompaña, es una guerra contra todos, es una guerra contra la confianza del consumidor y empresario, y es una guerra finalmente contra la propia economía global, pensando que agazaparte en tu propio terreno va a salvar a tu economía. China va a contraatacar y el resto del mundo también. El aparente guiño de Trump a sus votantes de la América más profunda de estados agrarios y ganaderos o zonas industriales que desplazaron las fábricas o se robotizaron esperamos que no acabe por romper los grandes consensos comerciales globales, ya que vivimos en un mundo global cuyo engranaje se basa en respetar unas reglas.

Tensión contenida

Recientemente un gran banco norteamericano ha cifrado que el peor escenario de una guerra comercial entre EE UU y China supondría que el 27% de las importaciones de EE UU pasaría a estar sujetas a nuevos aranceles y esto es equivalente al 4% del PIB estadounidense. Una escalada en la tensión, que por el momento es contenida, puede romper la buena inercia, porque la confianza puede caer y acabar teniendo un impacto más allá de lo que al propio Trump le gustaría.

En todo caso creemos que Trump es inteligente, y aunque los riesgos están al alza, se irá moldeando un acuerdo óptimo para todos, pero deberemos de soportar el ruido de fondo y más volatilidad, que añadido a unos meses de menor actividad, podría reducir las expectativas alcistas de las bolsas, y frenar el movimiento al alza de los tipos de interés oficiales, al menos temporalmente. La clave para cambiar la situación en las próximas semanas serán los resultados empresariales del segundo trimestre, que esperamos sigan siendo sólidos, especialmente en los sectores más cíclicos, apoyados por un crecimiento muy fuerte y el apoyo de los bancos centrales en Europa y Japón, lo que nos hace mantener firme nuestra visión positiva para la renta variable, especialmente con una orientación a las grandes megatendencias globales, ya que ofrecen el mejor binomio rentabilidad riesgo respecto a otros activos.


Con respecto a la renta fija, seguimos en un proceso de normalización de los tipos de interés, dado que la inflación se va acercando a los objetivos de los bancos centrales apoyado por un buen desempeño de la economía y tasas de desempleo muy a la baja, así como la recuperación del sector inmobiliario entre otros. Los recientes episodios de tensión en torno a la deuda italiana contagió al resto de bonos de gobiernos periféricos y aumentó sustancialmente las primas de riesgo de los bonos corporativos, que se han traducido en pérdidas en los productos más conservadores. Estas pérdidas en este momento son exclusivamente por valoración, y especialmente en Europa, la probabilidad de tipos de interés muy bajos durante mucho tiempo, como así ha ido anunciando el propio Banco Central Europeo, nos señala la oportunidad de mantener las posiciones o incluso incrementar en bonos de empresas en plazos no muy largos, como alternativa a mantener saldos en pura liquidez, con remuneración nula o negativa.

Debemos acostumbrarnos a un escenario de mayor volatilidad, pero esto genera oportunidades a los gestores más activos. La alternativa, sencillamente, es estar en liquidez y ver como una inflación en aumento minora día a día tu patrimonio. La normalidad del mercado, es la sucesión de hechos que generan movimientos hacia uno u otro sentido, pero el actual escenario sigue invitando a sobreponderar la renta variable, una exposición a renta fija moderada y un mayor posicionamiento en activos con menor exposición a las clases de activos tradicionales. En todo caso, las expectativas de rentabilidad deben moderarse.

Rafael Romero es director del departamento de Inversiones de Unicorp Patrimonio (Grupo Unicaja) 

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