al otro lado de la colina / OPINIÓN

Libertad versus Propaganda

Foto: EFE

De nuevo tenemos que recordar otro año uno de los elementos fundamentales de nuestra forma de vida: la libertad de prensa.

6/05/2018 - 

En Occidente dentro del régimen de libertades en el que vivimos, y dados nuestros sistemas políticos donde elegimos a sus gobernantes, uno de los derechos y libertades más transcendentales es la libertad de prensa, cuyo día hemos celebrado este 3 de mayo pasado. Sin ésta, la antes citada elección de presidentes, diputados, concejales, y resto de representantes políticos dejaría de tener razón de ser y estaría más dentro de lo que Vladímir Ilich Uliánov alias Lenin llamaba libertades formales.

Además este año, y dentro del sistema de Naciones Unidas, la UNESCO conmemoraba el 25 aniversario de la celebración del World Press Freedom Day (Día Mundial de la Libertad de Prensa) bajo un lema muy significativo: Mantener el Poder bajo control: los Medios, la Justicia y el Estado de Derecho, donde transmite, como antes adelantábamos la importancia de unos medios de comunicación libres en los Estados Democráticos y de Derecho, pues como ya decía Thomas Jefferson hace dos siglos:“La fuerza de la opinión pública es irresistible cuando se le permite expresarse libremente”.

Y si hace 200 años era importante que el pensamiento y la información fluyeran libres entre los ciudadanos, mucho más en nuestros días, en un mundo híper-conectado, al que muchas veces se le denomina sociedad de la información, y donde las tentaciones de manipulación y control, al estilo de la novela 1984 de George Orwell, se prodigan de forma directa o sutil mediante la generación de fake news. Es por eso que debemos estar expectantes en la defensa del derecho a informar y ser informado libremente, tanto dentro de nuestra fronteras como fuera de ellas, pues la posverdad se ha abierto camino gracias a los avances tecnológicos y a la mediatización de los grandes mass media a ciertos intereses espurios y foráneos que muchas veces han hecho que las noticias del top internacional pequen por ejemplo de una excesiva uniformidad, o hayan sido tapadas corruptelas o dramas humanitarios presentando otras noticias de forma interesada.

Uno de los casos evidentes de la lucha de la Libertad de Prensa versus Propaganda es lo que está ocurriendo en el conflicto de Siria, pero ya me habrán leído como en anteriores ocasiones, en este punto me gusta recordar al heleno Esquilo (siglo VI-V ac) cuando decía que la verdad es la primera víctima en una guerra. Si se me permite añadir, es relevada por la propaganda. Es así como hemos visto como tres países (USA, UK y Francia) han realizado ataques sobre instalaciones sirias, cuando alguno de ellos antaño esperaban a que existieran resoluciones de la ONU al respecto, aunque tampoco hemos visto muchas protestas en contra, pero ahora en cambio con el ataque israelí la escalada propagandista y de tensión está en pleno in crescendo.

Israel desde el principio de la guerra civil e internacionalizada de Siria intentó mantenerse al margen de este conflicto de Oriente Medio, según pude escuchar directamente a un general de la Fuerza Aérea Israelí, pero los acontecimientos posteriores a esas palabras, principalmente la cada vez más importante intervención iraní en esa guerra, ha hecho que el país hebreo intervenga de diferentes maneras. 

Una de estas últimas intervenciones de Israel fue la interceptación de un dron de origen iraní que se dirigía hacia su frontera norte (parece ser) a principios de febrero de este año, en la misma operación la artillería antiaérea siria logró derribar un caza biplaza F-16 de la Fuerza Aérea hebrea (salvándose sus dos pilotos) con un misil de origen ruso S200, denominación OTAN SA-5, a lo que se respondió en el mismo o casi inmediato espacio temporal por parte israelí, con una nueva irrupción en el espacio aéreo sirio de cazas F-15 para atacar baterías antiaéreas y otros objetivos aparentemente iraníes, siendo estos aviones objetivo de misiles de origen ruso Buk-M2, denominación OTAN SA-17 y S200, denominación OTAN SA-5, sin lograr en esta ocasión derribo alguno.

Foto: EFE

Posteriormente, al principio del mes pasado de abril, el día 9, se produjo una nueva incursión israelí sobre instalaciones del ejército sirio, en las que parece ser habían fuerzas iraníes, en concreto el aeropuerto militar T4 en mitad del desierto entre Homs y Palmira, lanzándose por parte de Israel, y según fuentes del ministerio de Defensa ruso, ocho misiles desde cazas F15. Este ataque fue posterior al ataque con armas químicas en Duma, y que hoy todavía se está analizando por investigadores internacionales, justo escasos días antes del ataque ya citado de las tres potencias occidentales.

Finalmente, hace menos de una semana, el día 30 de abril, se produjo un nuevo ataque aéreo, por nadie reivindicado, a instalaciones sirias cerca de la ciudad de Hama, en concreto a su Brigada 47ª utilizada como centro de instrucción de fuerzas chiíes patrocinadas por Irán, siendo también atacado el aeropuerto militar de Neirab, cercano a Alepo. Según informó The New York Times, citando fuentes anónimas de Hizbulá, en estos ataques habrían muerto más de una decena de iraníes y se habrían destruido unos 200 misiles.

Entre los datos a tener en cuenta en el análisis de esta escalada, debemos considerar que la guerra en Siria está siendo favorable a las armas de Bashar al-Assad, y que esta suerte en el conflicto se ha visto favorecida por la presencia cada vez mayor de recursos humanos y materiales procedentes de Irán. Otro factor a considerar es que pocos días antes del ataque la Rusia de Vladimir Putin anunciaba que se sentía libre para vender a Siria misiles y sistemas de defensa antiaérea S-300, denominación OTAN SA-20 (ojo inferiores a los que va a vender a Turquía, los S-400 denominación OTAN SA-21), y justo en el momento del ataque estaba de visita en Jerusalén el ya Secretario de Estado de los USA, Mike Pompeo (director de la CIA hasta este abril pasado), a la par que se producían los primeros enfrentamientos entre kurdos del SDF (apoyados por los USA) y el ejército sirio (apoyado por Rusia e Irán). Como pueden observar se vislumbra un gran pulso entre Siria-Irán-Rusia por una parte, e Israel-USA por otra, con el trasfondo del choque chií (Irán) contra el bloque suní (Arabia Saudi).

Y como colofón a este análisis, están las declaraciones de Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, con una mediática puesta en escena, pocas horas después del ataque, desvelando que la República Islámica de Irán ha proseguido en secreto su programa nuclear para conseguir la temida bomba atómica, justo cuando faltaban menos de dos semanas para que Donald Trump decida si rompe el polémico acuerdo nuclear con Irán y del que ya comentamos que había sido discutida su posible revisión en la visita de Emmanuel Macron a los USA.

Esperemos que las declaraciones de Netanyahu tengan más de propaganda que de información, de cara a revisar o incluso anular el acuerdo con Irán, porque si son verdad, Israel no puede permitirse el lujo (ni lo va a permitir) de una proliferación de armamento nuclear en el Oriente Medio, entre países que han manifestado reiteradamente su intención de hacerle desaparecer del mapa, negándole su derecho a existir, por lo que tendría un claro casus belli y tendría que actuar en consonancia manu militari, y ya saben la antigua expresión referida a la espada: “ni la desenvaines sin razón, ni la envaines sin honor”. Mala cosa en cualquiera de los dos casos.

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