el sur del sur / OPINIÓN

La Dama de Elche

29/10/2017 - 

Todas las decisiones políticas tienen su letra pequeña, que hay que leer siempre para ver todos sus beneficios y consecuencias. Por ejemplo, si uno lee el documento suscrito esta semana entre PSPV y Compromís en la ciudad de Alicante para refundar el pacto de gobierno, verá que es bastante improbable que dimita el alcalde, Gabriel Echávarri, y bastante probable que los concejales de la coalición valencianista dejen el equipo de gobierno de la ciudad a 31 de diciembre si la situación judicial del primer edil se mantiene.

Es decir, con éste acuerdo, el PSPV ha ganado tiempo y Compromís da su última oportunidad ante la exigencia de València para que el pacto estructural que mantienen las dos fuerzas se mantenga unos meses más. El de Alicante no es el único caso que se encuentra bajo estas circunstancias: en València, el acuerdo puede saltar por los aires en cualquier momento.

Esta semana también ha habido dos decisiones importantes en el Congreso de los Diputados: una referida a la Dama de Elche y otra, al tren de la costa. Si uno se mira los vídeos de las comisiones del Parlamento, podrá ver hasta qué punto la política es a veces el arte de evitar el acuerdo y cómo a veces la burocracia ayuda a tapar la falta de voluntad política.

En el caso de la Dama de Elche, hay que reconocer que hay un hito que lo ha cambiado todo: por primera vez, en años, el Gobierno del PP no descarta su traslado del busto ibero, aunque sea temporal, a la ciudad de Elche. Lo normal es que PP y Ciudadanos, como partidos que sustentan al gobierno, hubieran facilitado y gestionado políticamente ese traslado. Pues no. Tuvo que ser a través de sendas proposiciones no de ley de PSPV y de Compromís por las que se insta al Ejecutivo a iniciar los trámites del posible cambio de sede. Y miren lo retorcida que es a veces la política, que el PP, que está a favor de ese traslado temporal, votó que no, cuando debió rentabilizar la decisión y Ciudadanos, pues ni eso. "Le pareció inasumible", en palabras de Félix Cernuda Felisuco.  Sólo era cuestión de un gesto.

Tanto las delegaciones de PP como C's en Elche se dieron cuenta del golpe de marketing político dado por PSOE y Compromís en Elche, que han rentabilizado su iniciativa (sólo hay que ver el vídeo que distribuyó Compromís para explicar lo vivido en el Congreso de los Diputados). 

Los populares tuvieron que excusarse en las obras del futuro Museo de Elche para matizar su voto negativo y Ciudadanos, trasladó la moción al Senado, para haber si allí había más suerte. De pena. Todo por no ser sinceros e ir de cara. En el caso de los populares, lo tenían fácil: debieron votar a favor y dejar ver las intenciones que el secretario de Estado de Cultura le trasladó en su día al alcalde de Elche, Carlos González, por marzo, cuando empezó a gestarse una hipotética cesión temporal. Toda una oportunidad perdida para desmarcarse de la etapa anterior, donde no se movió un hilo para lograr la repetición del gran sueño de los ilicitanos: tener a la Dama en su museo, como ocurriera en 2006. El problema vendrá cuando se quiera utilizar electoralmente, si es que se dan las circunstancias.

Algo parecido pasó con el denominado tren de la costa. El asunto fue debatido esta semana en la comisión del Fomento del Congreso de los Diputados. A instancias del diputado de EU Ricardo Sixto, se buscó el titular de que la inversión estaba retrasada, que lo está, y se interesó por las cercanías, olvidadas parcialmente por el actual Gobierno. Pero en esta interpelación, el secretario general del Ministerio de Fomento, Manuel Niño, desveló que el expediente de alegaciones tenía dos informes contradictorios de la Generalitat Valenciana: uno, de la Subdirección General del Medio Natural, que avalaba el nuevo trazado diseñado, y otro, de la Subdirección General de Evaluación de Impacto Ambiental, que proponía que el trazado discurriera por las actuales vías del tranvía que une Dénia con Alicante. Hasta el 11 de octubre no se ha resuelto. 

Otra vez, la letra pequeña de la comisión nos vuelve a dar un dato sonrojante para la clase política y que, en este caso, el PP debió afear el Gobierno del Botànic. Quizás, es que el PP, en ese momento, todavía estaban celebrando ese goteo de inversiones que el titular del área, Iñigo de la Serna, había anunciado por la mañana y con el que había vapuleado dialécticamente a la diputada de Compromís que le interpeló

Lo triste es que ni con unos ni con otros, ni la Comunitat Valenciana ni la provincia de Alicante tienen los gestos que se merece. Ni siquiera estando casi todos de acuerdo con la cesión de la Dama a Elche nos damos una alegría; se anuncian obras que no dejan de ser gotitas de agua en un desierto necesitado de inversiones en todos sus ámbitos. Y lo dicho en anteriores semanas: el fin de mandato es una lotería, en cualquier momento, Rajoy disuelve las Cortes y convoca elecciones...Entonces, no habrá ni letra pequeña. Hasta la Dama de Elche puede pagar esas consecuencias. Por desgracia, costumbrados a la ilógica.

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