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entrevista al secretario autonómico de medio ambiente

Julià Álvaro: "No me reconozco en esa imagen de radical que se me atribuye"

Foto: ESTRELLA JOVER
20/02/2017 - 

VALÈNCIA. Julià Álvaro es, tal vez, el dirigente más popular de la segunda línea del Consell. El líder de Verds-Equo ostenta la secretaría autonómica de Medio Ambiente, la encargada -según él mismo explica- de "levantar la mano" cuando una empresa olvida el "encaje ambiental" de su actividad. Tal misión le ha llevado a paralizar la multimillonaria inversión de Puerto Mediterráneo o a impulsar el controvertido Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de Envases (SDDR) que nada gusta a firmas como Mercadona, Consum o Carrefour. Pero Álvaro sostiene que solo es una pieza más del engranaje del Gobierno autonómico y rechaza la "imagen de radical" que se le atribuye.

-Usted, como secretario autonómico de Medio Ambiente, ha cuestionado proyectos de grandes empresas como Puerto MediterráneoCemexPamesaRed EléctricaLafarge... Se le ve como el firme defensor del medio ambiente frente a los intereses de la gran empresa. ¿Asume este rol? ¿Le gusta la imagen que trasciende de usted?

-(Risas) A ver... Se está dando una imagen de cierto integrismo, de cierta radicalidad, y no me reconozco en absoluto con ella, yo creo que en absoluto encajo con este perfil que se me atribuye. Creo que todo lo que estamos haciendo es ajustarnos a la ley. Nosotros no podemos hacer nada que no sea ajustarnos a la ley. Es verdad que nosotros, por nuestra responsabilidad en el Gobierno, tenemos que velar por que las diferentes iniciativas de todo tipo, desde una fiesta con antorchas hasta la construcción de una fábrica, encajen con la tecla medioambiental. Esta es nuestra labor, y nosotros, y yo en particular, estoy absolutamente convencido de que así lo estamos haciendo.

Somos conscientes de que el cuidado medioambiental ha de ir de la mano del mantenimiento de la actividad económica, pero también sabemos que las cuestiones medioambientales, en este proceso histórico en el que estamos, son un vector de cambio muy importante que está topando con intereses económicos muy potentes que durante años y años -no solo en el País Valencià sino en todo el planeta- no han considerado el encaje ambiental de su actividad. Todo esto se está reconsiderando a nivel mundial, y nosotros -en este pequeño rincón del mundo- tenemos la responsabilidad de levantar la mano cada vez que hay que tener cuidado con aspectos medioambientales que hasta ahora no se tenían en cuenta. Esto genera cierta imagen sobre mi persona, pero yo formo parte del engranaje de un gobierno que tiene que combinar el encaje medioambiental con el económico.

-¿Entonces se siente en la misma línea que el resto del Consell?

-Al final todos estamos de acuerdo en el discurso programático de que tenemos que dejar un planeta mejor a nuestros hijos e hijas y en que el cambio climático es el principal reto de la humanidad. Todos estamos de acuerdo, desde los defensores de la actividad económica hasta los ecologistas más radicales. Pero somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de concretar estos discursos en políticas puntuales, y cuando eso supone limitaciones o la necesidad de iniciar caminos que todavía no están abiertos se aprecian más las limitaciones que las oportunidades. Yo creo que es por abrir estos caminos por los que se me atribuye un perfil al que en realidad no respondo.

-Se ha tomado la pregunta como si la imagen de la que hablamos fuera exclusivamente negativa...

-No, no. Yo estoy muy contento del trabajo que estoy haciendo, estoy muy contento del trabajo que estamos haciendo en la secretaría autonómica, en la conselleria y en el gobierno, pero en esa imagen de 'guardián estricto de las esencias' no me veo reflejado. En lo que sí me veo reflejado es en mi papel de formar parte de un equipo que se ocupa de velar por el medio ambiente.

-La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y el Ministerio de Fomento han rectificado los informes en los que se apoyó la Comisión de Evaluación Ambiental para tumbar Puerto Mediterráneo…

-Estos dos informes cambiaron de sentido después de una reunión entre el promotor y el delegado del gobierno, que se comprometió a cambiar los informes. A mí me parece que eso no es manera de trabajar. Pero en todo caso, los dos informes que se modificaron tienen un valor absolutamente accesorio. Las tres claves de la memoria ambiental negativa son el tema de las carreteras, las insuficientes zonas de protección junto a la CV-35 y la CV-31 -que continúa exactamente igual-; la estrategia de cambio climático; y la estrategia territorial. Las tres cosas están absolutamente igual. 

-El informe de Carreteras se apoya en la modificación de 2006 de la Ley de Carreteras 6/1991 para decir que las zonas de protección son insuficientes, pero existe una sentencia por un caso similar que dice que prima el criterio del II Plan de Carreteras por ser la Planificación Viaria Vigente, en cuyos márgenes sí encaja el proyecto de Puerto Mediterráneo...

-Un plan de carreteras lo que hace es diseñar un plan de construcción de carreteras, no marca la legislación respecto a cuáles son las franjas de protección en este caso. Puerto Mediterráneo es posterior a la reforma legal de 2006 y, por lo tanto, ha de cumplir con unas zonas de protección de 50 metros respecto a la CV-31 y de 100 metros respecto a la CV-35. En el proyecto presentado eran de justo la mitad y además, en el caso de la CV-35 se encajaba el barranco d'En Dolça.

-¿Pero la Ley de 2006 no establece que la zona de protección de las carreteras la determina la 'planificación viaria' de la autonomía, que es precisamente el II Plan de Carreteras en el caso de la Comunitat?

"SI HAY UNOS INFORMES BIEN HECHOS ESOS SON LOS DE PUERTO MEDITERRÁNEO"

-El II Plan de carreteras no está para marcar cuáles son las medidas que se han de respetar en el caso de una obra junto a la carretera sino para diseñar un entramado de carreteras de una determinada zona. Por lo tanto el criterio válido es el de la Ley, que marca que son 100 metros junto a la CV-35, algo que el proyecto incumple de una manera explícita y por lo que contó con un informe negativo del departamento de Carreteras que motivó a su vez una memoria ambiental desfavorable y el informe en la misma línea de la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas. 

-Los promotores han llegado a deslizar que hubo prevaricación en su decisión…

-Nosotros estamos absolutamente convencidos de que no hubo ningún tipo de prevaricación. Hay pocos trabajos sobre los que se haya estudiado tanto y sobre los que se haya revisado tanto la documentación, porque nosotros éramos muy conscientes de las sensibilidades que despertaba Puerto Mediterráneo. Si hay un informe bien hecho, si hay un conjunto de informes bien hechos, esos son los de Puerto Mediterráneo.

-Paterna, cuyo alcalde -Juan Antonio Sagredo- es del PSPV, se ha personado en el proceso de Puerto Mediterráneo contra la Generalitat. ¿Hay tensiones entre los socialistas y Compromís por este proyecto?

-En absoluto. La conselleria que ha decidido que el proyecto no puede continuar hacia delante es una conselleria socialista. Hemos trabajado conjuntamente y muy bien en todas estas cuestiones. La Comisión de Evaluación Ambiental es también conjunta, formada por las dos consellerias, y todo se ha aprobado por unanimidad -Puerto Mediterráneo incluido-. Pero además cabe subrayar que tanto el informe que da pie a esta decisión sobre el centro comercial como el órgano sustantivo que la toma en última instancia son del PSPV.

-¿Va por libre el alcalde de Paterna entonces?

-Yo interpreto que ha manifestado que se trata de una iniciativa interesante en defensa del interés de Paterna, por la proximidad del proyecto y por su impacto económico. Lo que pasa es que el proyecto de Puerto Mediterráneo no se ajusta a la ley. Es como si alguien de 16 años se quisiera sacar el carné de conducir. 

-Paterna y Puerto Mediterráneo ya negocian para rescatar el proyecto en el Plan General del municipio, pero también tendría que pasar por evaluación ambiental. ¿Las exigencias serán las mismas?

-Ellos decidirán si lo cambian o lo mantienen. Nosotros decidiremos en función de los informes que tengamos. Es evidente que si no hay modificaciones legales y el proyecto tiene las mismas características, los informes seguirán siendo negativos.

-Lafarge -sobre todo sus trabajadores- acusa a la Conselleria y al Ayuntamiento de ralentizar el actual permiso de explotación de minas como medida de presión en la negociación para el traslado de la cantera. ¿Hay algo de esto?

-El permiso es municipal y es el Ayuntamiento el que nos ha de decir qué hacemos. Lo que a nosotros confiere es el expediente de la ampliación de la mina en Salt del Llop, que es un expediente que está en marcha y que se va a resolver en breve. La cuestión aquí es que el Ayuntamiento y la empresa sí que tienen diferentes contenciosos en marcha y por eso el consistorio ha presentado numerosas alegaciones, sobre todo relacionadas sobre hasta qué periodo pueden continuar con la explotación en ese lugar. Por lo que respecta al permiso minero, no lo damos nosotros. Lo que tenemos que decir nosotros es si tiene afectaciones ambientales importantes, si consideramos que el agujero en el que están carece de problemas y pueden continuar perforando. 

"Algunas empresas no se han movido del 'no' al SDDR, nosotros sí hemos virado"

-Acaban de tener la segunda reunión de la mesa de trabajo constituida con Cierval para mejorar el tratamiento de los envases, ¿cómo avanza ese proceso?

-Va como estaba previsto porque es la ampliación del proceso de diálogo en el que estamos desde hace meses. No ha habido otra iniciativa que haya generado tantas reuniones como esta. Tenemos mucho trabajo adelantado. La patronal nos hizo ver que había que profundizar en determinados aspectos y que nos presentarían alternativas para resolver un problema que ya nadie discute. Nosotros creemos tener una receta que ya se aplica en medio mundo civilizado y ellos nos dicen que tienen alternativas que estamos esperando que nos presenten.

-La referencia expresa al Sistema de Devolución, Devolución y Retorno (SDDR) que aparecía en los compromisos de Torrevieja ha desaparecido en los de Sagunto ¿Se ha renunciado al proyecto?

-No, no se renuncia en absoluto. El proceso de discusión y debate está en marcha. En los seminarios del Consell se han ido estableciendo compromisos nuevos, pero son acumulativos. El compromiso del SDDR salió del Seminari de Torrevieja y del de Sagunto ha salido un compromiso más amplio ligado a los residuos a nivel general y la reforma del Plan Integral de Residuos. La gestión de los envases es una parte importante de ello.

-¿Cómo se va a recoger la gestión de envases en el Plan Integral de Residuos?

-Es solo una parte. El sistema de devolución y retorno nos parece la vía en la que se ha de trabajar. Por lo tanto debe encajarse como una parte del plan, en el que han de concretarse asuntos como la incineración, con la que no estamos de acuerdo, la necesidad de instalaciones que no tenemos o la forma de reducir los residuos en origen.

-Dicen que no renuncian al SDDR, pero Cierval lo rechaza. ¿Dónde puede estar el punto de encuentro en la negociación que se ha abierto?

"No creo que haya que exigirle al PSPV algo que ya ha votado y firmado en les corts"

-Estamos a la espera de que nos presenten alternativas para resolver el problema del abandono de envases. En la medida en que esas alternativas se nos presenten, el expediente que ya tenemos muy avanzado y que podría llegar a Les Corts en poco tiempo podrá incorporarlas. Si llegamos a puntos en los que se pueden ir matizando cuestiones y propuestas, se hará. Pero desde nuestra posición de origen hemos hecho cambios importantes porque los agentes con los que nos hemos reunido nos han hecho ver que había cuestiones mejorables. Lo que sucede es que determinados agentes con los que estamos negociado no se han movido del 'no', mientras que nosotros sí nos hemos movido del 'sí'.

-El PSPV se comprometió en les Corts a impulsar el SDDR con una propuesta de resolución, ¿van a pedir a su socio en el Consell que cumpla este compromiso?

-Cuando un partido apoya una propuesta de resolución en Les Corts es porque tiene voluntad de cumplirla. No creo que a nadie haya que exigirle que cumpla algo que ha votado y firmado.

-¿Las mejoras a las que se refiere incluyen alternativas al SDDR o solo matices dentro de ese sistema?

-Estamos dispuestos a hacer matizaciones, las hemos hecho y las haremos el tiempo que sea necesario porque para nosotros los calendarios no son de acero. Podemos discutir porque hay margen. Pero quiero destacar muy claramente que llevamos dos reuniones y no se nos han presentado alternativas. Si nos presentan alternativas completas, podremos reconsiderar todo lo que sea necesario, pero nuestra alternativa se llama Sistema de Devolución, Devolución y Retorno porque funciona en media Europa, EEUU y prácticamente todo Canadá. Si después de 20 años en los que no se ha hecho nada, aparece una alternativa mejor a la que nosotros defendemos, como gobierno consciente y responsable lo tendremos en cuenta.

-Su previsión es implantar el SDDR en 2018, pero si están pendientes de que les presenten una alternativa mejor...

"Si nadie nos presenta una solución mejor, apostaremos por el SDDR"

-Es que no tenemos ninguna garantía de que esta alternativa mejor vaya a presentarse. Si se presenta, la ciudadanía puede preguntarse por qué no se había presentado antes. En cualquier caso, si la alternativa es mejor de lo que se hace en Dinamarca, Suecia o Alemania, la asumiremos. Seguramente con el paso de los años nos acabarán copiando. 

-¿Y si no?

-Si nadie nos presenta una solución mejor, apostaremos por este sistema porque es el bueno. Consideramos que es nuestra responsabilidad, porque está en el programa de Compromís, en los compromisos de Torrevieja y porque tenemos un mandato de Les Corts para que lo pongamos en marcha. Y no lo haremos contra nadie, sino de la mano de todos los agentes.

-¿Qué plazos manejan?

-Nos planteamos que el texto pueda entrar en Les Corts antes del verano, pero a partir de ahí ya no está en nuestras manos. La primavera de 2018 como fecha de puesta en marcha es lo oportuno, pero si la tramitación nos lleva a que se retrase, que se retrase. Igual que si hay una alternativa mejor que nos obligue a reconsiderarlo todo. Los plazos no son la clave.

-Si el objetivo del SDDR no es la reutilización sino el reciclaje, ¿por qué no se mejora el sistema actual de recogida selectiva?

-El sistema actual lleva 20 años, se ha conteneirizado el 99% de la población y las campañas de concienciación no han llevado el reciclaje de los envases que entrarían en en el SDDR más allá del 30%, mientras que en Suecia o Dinamarca están por encima del 90%. Es una cuestión de responsabilidad. Las islas de plástico que hay en los océanos no vienen de Marte, sino de una mala gestión de los envases.

-Cierval llevaba meses pidiendo una mesa de diálogo del SDDR a la que usted se había negado reiteradamente, pero finalmente se ha constituido esa mesa, ¿qué ha cambiado para que se haya aceptado?

-Cierval nos planteaba que teníamos que seguir discutiendo porque ellos tienen alternativas mejores. La mesa que se ha constituido con Cierval es una continuidad del proceso de diálogo anterior. No hemos cambiado el paso, sino que lo hemos alargado. Nuestra voluntad desde el principio ha sido alcanzar el máximo consenso; sabemos que es un tema sensible que requiere cintura. Lo que no podemos hacer es alargar esto de una forma interminable.

-¿Admite algún error en la gestión de este asunto?

-No, creo que hemos planteado el problema y presentado nuestra apuesta de una forma adecuada. Pero estamos ante un tema que en determinados sectores económicos genera mucha incomodidad o rechazo que ha alargado la negociación. Pero no creo que nos hayamos equivocado, la negociación ha sido amplia. Nosotros hemos comenzado en una posición y hemos variado en aspectos muy importantes para perfeccionar el sistema, lo hemos adaptado a nuestra talla. Lamento que esto se destaque tan poco, mientras que a quien no se ha movido ni un milímetro no se le dice que tiene una actitud intransigente. No lo entiendo.

-Después de ese cambio de estrategia con el SDDR fueron destituidos dos de sus colaboradores, ¿Se ha sentido desautorizado o cuestionado?

-No. No me he sentido desautorizado en absoluto. No eran colaboradores míos, sino compañeros de partido y miembros del gabinete de la consellera. Se les ha cambiado porque la consellera lo ha considerado así.

-¿Comparte la decisión?

No es mi competencia, sino de la consellera, y no juzgo las decisiones sobre los equipos de confianza de los demás. No me siento desautorizado porque soy secretario autonómico y quien en algún momento crea que yo tengo competencias superiores a las que secretario autonómico se equivoca del mismo modo que se equivoca quien crea que estoy desautorizado. Tengo las mismas competencias que antes.

-¿Alguien de su conselleria o el consell le ha pedido un cambio de rumbo?

-No. No necesito que nadie me lo diga porque sé cuáles son los temas sensibles de mi actividad. La capacidad de presión de los agentes relacionados con mis decisiones me llega constantemente y por varios canales, ya sea de un empresario o de una asociación de vecinos. Evidentemente uno sabe cuáles son los temas más sensibles, pero ha de asumirse y saber que la defensa del interés general ha de conciliarse con los intereses particulares que defiende cada uno.

-Las principales cadenas de distribución en la Comunitat como Mercadona, Consum, El Corte Inglés o Carrefour se oponen al SDDR, ¿se puede aplicar con estas empresas en contra?

-Nosotros estamos para defender el interés general y eso se ha de reflejar en leyes que garanticen que la gestión de los envases no va a dañar el medio ambiente hasta el punto de afectar a la salud de las personas. Todos los agentes, todos, han de ajustarse a la ley. En democracia las leyes se hacen desde el debate y el consenso con todos y no contra nadie. Pero la actividad económica se ha de ajustar al interés general y nunca al revés.

-En los últimos meses se ha tensado la relación con Ecoembes por este asunto, ¿ha mejorado tras la apertura de la mesa de diálogo?

-Es normal que en procesos largos como este haya declaraciones cruzadas. Pero el sistema que nosotros planteamos no es para sustituir al suyo, sino para complementar algo que el modelo que Ecoembes representa no está haciendo bien. Creo que tenemos un margen amplio de colaboración y en él tenemos que seguir trabajando. Yo hago todos los esfuerzos del mundo para mantener una buena relación porque creo que son cómplices nuestros en la gestión.

 -Podemos influyó para que el SDDR no figurase en la revisión del Pacte del Botànic, ¿cómo ve el posicionamiento de tercer socio del Consell en este asunto?

-No tengo constancia de ello. De lo que sí tengo constancia es de que, una semana después, el grupo parlamentario de Podemos ratificó su apoyo al SDDR, supongo que como respuesta a todo lo que se dijo.

-¿Va a cumplir la empresa pública Vaersa el plazo que ha dado el TSJ para publicar su relación de puestos de trabajo?

-Se cumplirá. No podemos escaparnos de cumplir la ley. La relación de puestos de trabajo de Vaersa surge de la necesidad de cumplir con la normativa con algo que durante años ha estado dejada de la mano de Dios. Ahora mismo no refleja para nada la realidad de la empresa y debemos ser capaces de encajar los diferentes ámbitos con la puesta al día de la relación de puestos de trabajo. Y lo hemos de hacer con capacidad de diálogo con los sindicatos y de forma que Vaersa deje de ser una cueva de sombras y problemas para ser el ente instrumental de la Generalitat para hacer lo que la sociedad reclama.

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