más de un centenar de fotografías

'Imágenes de muerte' recupera la tendencia por el retrato funerario 

20/12/2017 - 

VALÈNCIA. El Museu Valencià d'Etnologia expone por primera vez más de un centenar de fotografías originales postmortem encargadas por los familiares como "recuerdo familiar" para mantener viva la "memoria" de sus seres queridos. Desde 1940 hasta la actualidad, la muestra Imágenes de muerte. Representaciones fotográficas de la muerte ritualizada reúne instantáneas inéditas realizadas entre 1840 y 2017, aunque esta práctica, habitual en todo el mundo durante años, dejaron de ejercerla los fotógrafos profesionales en la década de los 80.

La exposición, que se podrá visitar hasta el mes de junio de 2018, recupera 80 fotografías independientes y tres álbumes, con un treintena de imágenes cada uno, procedentes de las colecciones privadas de José Huguet Chanzá, Javier Sánchez Portas, Julio José García Mena y de la propia comisaria de la muestra, Virginia de La Cruz Lichet.

La comisaria, que este miércoles ha presentado esta selección acompañada del director del Museu Valencià d'Etnologia, Francesc Tamarit, y el diputado de Cultura de la Diputación de Valencia, Xavier Rius, ha explicado que esta tradición se vinculó con el rito funerario de forma casi natural y espontánea, buscando conservar la última imagen de un ser querido.

En este sentido, ha subrayado que estas imágenes "se acercan a la muerte no como algo macabro ni tétrico, sino todo lo contrario, en esta fechas de amor y paz, son las fotografías encargadas por padres para tener paz". Además, se exponen en su formato original de pequeñas dimensiones "para verlas como las vieron los que las encargaron".

Según la comisaria, los retratos postmortem han sido tradición en todo el mundo y de hecho, en la muestra recupera instantáneas realizadas en la Comunitat Valenciana, en países europeos, asiáticos y americanos.

Es constante la "inquietud por no olvidar el rostros de un ser querido e incorporarlo al álbum familiar" e incluso hay lugares en los que se hace un reportaje del funeral. Para algunas familias, ha señalado, esta era "la primera y única foto que tenían de los hijos" y querían "conservar su imagen y preservar su memoria".

De este modo, Virginia de La Cruz Lichet ha reivindicado "la muerte como parte de la vida" y que "para sobrellevarla hay que enfrentarse a ella".

Con las guerras mundiales y la Guerra Civil Española, los fotógrafos profesionales dejaron de hacerlas. Ahora, la fotógrafa y psicóloga Norma Grau, que trabaja en Barcelona, intenta recuperar esta tradición para llevarla a los hospitales españoles. De hecho, la fotografía más reciente de la muestra es suya y data del 20 de febrero de este 2017. En la imagen, una madre y un padre sostienen en brazos y dan un último beso a su recién nacida ya muerta.

El recorrido expositivo se divide en 'El rechazo de la muerte: El difunto como vivo' que incluye retratos pictóricos de niños como si estuvieran vivos. Le sigue 'Buscando el último soplo de vida' con retratos que buscan representar la personalidad del difunto: con su libro de lectura, sus juguetes o su sillón favorito y el cuerpo sentado o recostado para dar apariencia de vida.

El apartado 'Dormiciones, el eterno sueño contemplado' opta por una posición más natural, con el difunto sobre un sofá, cama o cuna, en posición de horizontalidad, y predomina una escenografía de color negro de fondo que contrasta con el blando del pequeño.

En 'La aceptación de la muerte: el difunto en su caja y la familia conmemorándolo' la muerte es aceptada y la representación pasa a tener una visión más cruda y terrenal. En este tránsito se incorporan elementos propios de la muerte como el ataúd.

Los 'Retratos de grupo: la solemnidad e imponencia del acto' abarcan el velatorio y en ocasiones el traslado al cementerio. Pretende mostrar el último retrato de familia con el difunto en el ataúd y los familiares rodeándolo. En la misma línea se encuadran 'El cortejo fúnebre: narración del día de la muerte' como reportaje del día del entierro. Por último, los 'Actos de conmemoración: el culto a la memoria' se erige como forma de "conservar en la memoria la imagen del ser querido" en espacios como sepulcros, lápidas o panteones.

El director del Museu Valencià d'Etonologia, Francesc Tamarit, ha defendido esta exposición como "tema central en la antropología y la sociología" y ha avanzado que para el año que viene preparan otra nueva muestra sobre la muerte que "analizará la muerte en la cultura tradicional y en la contemporaneidad".

Según ha explicado Tamarit, "a principios del siglo XIX la relación con la muerte era cotidiana y parte de la vida" pero con el paso de los años, "la relación ha cambiado, nos da miedo, tendemos a esconderla". La diferencia es que la cultura tradicional integraba la muerte en la vida y hoy está ausente, es tabú" y se "exalta la juventud".

El hecho de que la muestra se inaugure en fechas navideñas, ha apuntado, "no es un a provocación", la Epifanía forma parte de la Navidad, ha recordado.

En la misma línea, el diputado Xavier Rius, ha querido dejar claro que aunque no tiene nada que ver con la programación de esta muestra, "da la cara, la enhorabuena" y "felicita" a los organizadores frente a "quienes cuestionan su idoneidad".

Según ha recordado el eslogan del museo en 2017 es "historias controvertidas", que en este caso versan sobre "una parte importante de nuestra historia", ha puntualizado. Así, ha reivindicado la "libertad de expresión" de los museos.

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