cirque du soleil inicia su estancia en alicante

El torero medioambiental y el turista contaminante, así es la locura cómica de 'Totem'

20/07/2018 - 

ALICANTE. El Circo del Sol inicia su residencia este viernes en Alicante con Totem. De guiarnos a través del espectáculo se encarga Nicolas Pires, un malabarista francés que interpreta al Rastreador. Su personaje, amigo de los animales, acompaña al Científico por la historia del mundo.

En un espectáculo de carácter marcadamente ecologista, Rastreador tendrá un momento muy especial en el que se enfrentará al payaso que sin pensar contamina el planeta. "Ahí me transformo en un torero —cuenta risueño—, es un número de diábolo en el que hay influencias del flamenco, con los músicos tocando una bulería en vivo".

En esta cómica locura, Pires se encargará de convencer con los malabarismos del diábolo al turista que representa el payaso. "Le recuerda que hay que respetar más el medioambiente", añade. El francés disfruta en particular esta escena porque contrasta con las emociones que transmite hasta el momento, "el resto del espectáculo mi personaje es muy calmado".

Tranquilo también es el carácter del propio Pires, quien empezó a trabajar con Cirque du Soleil hace poco más de un año cuando se incorporó a la gira en Japón. "Me gusta mucho este personaje porque da para explorar muchas emociones y el cambio de intensidad en la acción es una sorpresa para el público, lo que hace que le guste".

Con Alicante cierran la gira española de Totem, que ha pasado por Madrid, Barcelona, Sevilla y Málaga. Y precisamente el paso por la península era una de las cosas que le preocupaba, ¿cómo se tomaría el público el papel del torero? "Es un momento especial y la influencia de la bulería y del flamenco no sabíamos al empezar en Madrid si se lo tomarían bien o no", recuerda.

Uno que también mostró su preocupación al respecto fue Javier Pérez. De origen sevillano, el jefe de seguridad de la gira de Totem les explicó que era muy importante que tanto la parte de la música y las palmas fuera "muy auténtica". Para mejorar ese aspecto, el malabarista explica que atendieron a talleres con un profesor de flamenco. "Hemos hecho un trabajo para que no sea un gesto típico —destaca—, con ellos hemos aprendido más de la cultura".

Nicolas Pires, ensayando con su diábolo.

La recepción por parte de los espectadores les tranquilizó. "Cada público es diferente y en Sevilla y Málaga fueron los que más apreciaron ese número, se sumaron a las palmas con nosotros". Pires destaca que esta escena, que es con la que arranca el segundo acto, conquistan a la audiencia rápidamente, "es una manera de reponer la energía de la gente, de compartir con todos". Ahora queda por ver cómo reaccionarán en el resto de ciudades europeas que les quedan en la gira.

En su paso por Andalucía, Pires asegura haber aprendido mucho viendo cómo actuaban en otros espectáculos de flamenco. "La intensidad de la cara, la presencia, los detalles de los movimientos hasta en los dedos, las piernas muy en tensión y la respiración me inspiró mucho". Unas lecciones que dice ha interiorizado no solo para este número de fuerte cáracter español, "el sentido del detalle se puede usar en cualquier momento para actuar en el show. No es posible entrar en un personaje si no hacemos un estudio de qué estamos hablando".

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