CIUDADANA / OPINIÓN

Defectos de la representación

Se ha iniciado hace unos meses en Internet una campaña denominada “Diputado de Distrito” que está solicitando firmas a través de la plataforma Change.org

12/03/2017 - 

El Senado ha rechazado la petición del regreso de la Dama de Elche a su ciudad. Recuérdese que con motivo del 120 aniversario del hallazgo del busto ibero, tanto el Ayuntamiento de Elche como todos los grupos de la Diputación solicitaron al Gobierno de la Nación una moción con esta reivindicación. La comisión de cultura del senado ha dicho que no, que se trata de un bien cultural que pertenece a toda la colectividad, como si Elche no formara parte del colectivo social de la nación o como si las autoridades de la ciudad no fueran a cuidarla o protegerla.

La negativa del Senado sale adelante con el voto del Grupo Popular, el mayoritario en esta cámara. Hay que recordar que la provincia de Alicante cuenta con tres senadores del PP en dicha institución, pero de nada nos sirve en este tema, pero tampoco en muchos otros. Es la fuerza de la práctica de los partidos políticos, y de cómo ésta se configura en su desarrollo, se vota a unos candidatos en una lista electoral, pero cuando se transforman en “Grupos Parlamentarios” se acabó el juego de la relación entre votante-candidato, entonces el poder de la maquinaria del partido atropella todos los derechos de los representados. Ello es más grave si cabe en el Senado ya que sus representantes son elegidos no a través de listas, sino de modo personal aunque cuando llegan a la institución se constituyen en Grupos parlamentarios y ya desaparecen las diferencias respecto a los candidatos elegidos a través de lista.

Hace tiempo que se alude a la crisis de representación y a los vicios de la partidocracia. El debate sobre las listas electorales no bloqueadas que permitan mayores dosis de elección a los ciudadanos resulta cada vez más urgente. A instancias de Ciudadanos se va a impulsar en el Congreso una comisión de análisis para algunas potenciales reformas del sistema electoral, entre ellas la posibilidad de limitar los mandatos o desbloquear las listas electorales.

También se ha iniciado hace unos meses en Internet una campaña denominada “Diputado de Distrito” que está solicitando firmas a través de la plataforma Change. org. y pretende llevar la propuesta a los partidos políticos con representación en el Congreso. Esta iniciativa se presenta como un instrumento radical de reforma del sistema electoral que supone la elección de los candidatos por los electores a través del voto personal en distritos uninominales donde el candidato que quiera acceder a las instituciones debe “trabajarse al electorado” porque de lo que prometa y diga que va a realizar dependerá su continuidad o no como candidato en la siguiente convocatoria. Es el modelo que rige en EEUU o Reino Unido por ejemplo, donde los ciudadanos comparten de modo directo los mensajes, las promesas y los abrazos con los candidatos sin la intermediación del partido político. Bajo este sistema no valen las palabras huecas ni aquello de si te vi antes de las elecciones, no me acuerdo después de éstas porque los ciudadanos exigirán explicaciones al candidato que salió elegido por su distrito o circunscripción y éste no tendrá el parapente del partido para esconderse. Parece que estamos a años luz de esta reforma de nuestro sistema electoral pero que empiecen a sonar como viables otras alternativas es muy saludable para generar corrientes de opinión y para alertar a los que detentan el poder en las instituciones que existe una sociedad civil activa y “vigilante”.

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