conclusiones de la i jornada 'alicante por el turismo de cruceros'

Claves para que Alicante capte 100 cruceros al año en 2023: coordinación, promoción y nuevas rutas 

2/03/2018 - 

ALICANTE. Representantes de hasta cuatro escalones de la administración pública (Generalitat, Diputación, Ayuntamiento y Puerto de Alicante) y de empresas vinculadas al sector turístico se conjuraron este jueves, en las Jornadas Alicante por el Turismo de Cruceros -organizadas por la recién constituida asociación del mismo nombre (APTC)- para potenciar la capital como destino de cruceros. Todos coincidieron en trabajar por conseguir un reto que se consideró viable: que Alicante pueda recibir 100 buques turísticos al año. Se trata de un objetivo que, según la directora comercial del Puerto de Alicante, Mónica Bautista, podría alcanzarse en un horizonte de unos cinco años (2023) si se intensifica la labor de captación y se trabaja de manera coordinada.

En la mesa redonda desarrollada durante la jornada, se incidió, precisamente, en las claves que resultan esenciales para conseguirlo: al margen de la coordinación entre administraciones y de la promoción, se añadiría la conformación de un producto sólido, la segmentación de la oferta, la adaptación del destino a las necesidades del crucerista y el establecimiento de nuevas rutas que favorezcan la posibilidad de escala en Alicante.

Por partes. Primero, el estado de la cuestión. Tanto el director de la terminal de cruceros y presidente de la APTC, Francesco Balbi, como el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, abundaron en la evolución positiva de los datos en los últimos cuatro años: sólo en 2017 ya se rozaron los 100.000 visitantes y -como adelantó Alicante Plaza- para este 2018 se ha cerrado una programación de 52 escalas con una capacidad total de 117.000 plazas. Todo, pese al fin del acuerdo comercial firmado con Pullmantur para que Alicante fuese puerto base de parte de sus recorridos por el Mediterráneo. Además, el próximo 17 de mayo se volverá a vivir otro hito histórico similar al que se vivió el mismo mes del año pasado. Si entonces coincidieron de manera simultánea cuatro barcos con cerca de 10.000 pasajeros, en esta ocasión se producirá el atraque de tres buques con más de 7.200 plazas. Según recoge Europa Press, se trata del 'Jewel of the Seas' y 'Navigator of the Seas', de RCCL; y el 'Seven Seas Explorer', de Regent Seven Seas Cruises.

El barco más grande que acogerá la terminal marítima será el 'Britannia', que atracará los días 7 de junio, el 2 y el 23 de agosto y el 16 de octubre, con capacidad para 4.300 personas. El 'Azura', de esta misma naviera y con 3.597 plazas, también visitará Alicante el 17 de abril. En total, los barcos de esta naviera realizarán cinco escalas a lo largo de este año. Y, por último, NCL también amplía en 2018 sus escalas en Alicante con 13 visitas. Sólo en el primer trimestre, ocho buques de la empresa noruega recalarán en la ciudad con un total de 20.240 pasajeros.

A ello se añade la intensificación de las negociaciones para conseguir que Alicante vuelva a ser puerto base para los recorridos turísticos de otra naviera. Según las fuentes consultadas, en esa negociación podría resultar determinante la próxima edición de la Sea Trade de Miami, la feria más relevante del sector, que se desarrolla entre el 5 y el 8 de marzo.

En segundo término, la relevancia del papel crucerista. La subrayaron prácticamente todos los participantes: además de que cada visitante realice un gasto diario de 48 euros en el puerto de llegada y de que un día de crucero genere hasta 700 empleos, la importancia de los visitantes de buques turísticos reside en su función de prescriptor de destino. "El crucerista de hoy es el turista del mañana", subrayó Balbi, en la medida en que "si alguien tiene una buena experiencia en su visita a Alicante, puede que el año que viene venga a un apartamento o a un hotel y permanezca aquí una semana". Eso, sin contar con la divulgación de su experiencia en su círculo de relaciones personales. 

Y tercero, las líneas a desarrollar. Para poder crecer, el camino a seguir es el del refuerzo de la promoción. "Lo difícil es captar a una naviera, ya que suelen ser muy conservadoras en sus rutas y en los recorridos que funcionan bien; y ahí es donde se debe incidir, en el marketing y en la posibilidad de ofrecer un producto diferenciado y adaptado a las necesidades de los clientes de cada compañía", explicó el director nacional de Cruise Lines Internacional Association, Alfredo Serrano. ¿Qué factores tiene en cuenta una naviera para elegir un destino en lugar de otro? El primero, la seguridad. El segundo, que satisfaga el interés de sus clientes. Y el tercero, la rentabilidad. "Ahí entra en juego desde el precio del combustible, hasta el rédito que pueda obtener en la organización de excursiones o el importe de las tasas", explicó.

En esta línea, tanto el director del Patronato de Turismo Costa Blanca, José Mancebo, como el jefe de Promoción de la Agencia Valenciana de Turismo, Javier Solsona, incidieron en la importancia de mejorar la coordinación entre las administraciones a la hora de vender un destino, de modo que se fomenten "auténticas alianzas sostenidas en el tiempo que incluso permitan vender el destino Comunitat, no sólo Alicante o València"; pero también en la necesidad de que exista una unidad de acción entre las administraciones y las agencias de viaje, los touroperadores, el comercio o la hostelería para diseñar un producto que pueda ser vendido. Un producto que se adapte a las necesidades del crucerista también por lo que respecta a los servicios básicos de seguridad, información e imagen urbana, como incidieron el alcalde, Gabriel Echávarri, o la edil de Turismo, Eva Montesinos, al referirse a dos apuestas básicas: la creación de la Unidad de Policía Turística y de la Brigada especial de limpieza. Eso sí, con el añadido de la planificación de una oferta atractiva de visitas y experiencias tanto en Alicante ciudad como en el resto de la provincia, como las cinco rutas diferenciadas que el Patronato Municipal de Turismo ha puesto en marcha a partir de este último año. Ahí, Montesinos admitió que hasta ahora ha faltado trabajo, como también en la potenciación del Casco Antiguo como elemento de referencia de Alicante, aunque subrayó que ya se comenzaba a percibir la recuperación de la escena urbana también esa zona.

¿Qué modelo de puerto crucerístico español podría servir de referente como ejemplo de crecimiento? En principio, uno no demasiado distanciado: el de Cartagena, según concidieron Serrano y Bautista. No sólo por sus servicios, sino por una cuestión de concienciación. Ambos señalaron que Alicante y su terminal ya cuenta con todos los servicios necesarios, equiparables a los de Cartagena: una terminal bien comunicada, aparcamiento, servicios de lanzadera, etc. "Lo que nos falta es creérnoslo y confiar en nuestras capacidades", incidió Bautista, para reclamar una mayor implicación pública y privada en la captación y en la confección de la oferta del destino.

Por último se hizo hincapié en otras dos circunstancias fundamentales. Que la promoción se focalice en los puntos clave ("Hay que saber dónde disparar para no ira a ciegas", insistió Balbi), es decir, en los mercados que ahora no tengan cubiertas sus necesidades. Y que se generen nuevos recorridos que puedan encajar una escala en Alicante. "Los cruceros llegan a un destino por la mañana, pasan todo el día, y zarpan hasta su siguiente destino con una noche de navegación", explicó Bautista. "Si hacen escala en València, como sucede casi por inercia, la siguiente parada difícilmente puede ser Alicante, porque está a una distancia de menos de una noche de navegación, de modo que alargan el recorrido hasta Cartagena; por eso estamos trabajando en ofrecer nuevas rutas que favorezcan una parada en Alicante, como por ejemplo Alicante-Palma-Málaga", concluyó.        

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