referéndum 1-o

Barcelona: calma en la calle, tensión en las redes y los medios

La normalidad y el tono festivo es la tónica dominante en una ciudad que de 'fronteras' hacia fuera da una imagen proporcionada por los medios absolutamente irreal

30/09/2017 - 

BARCELONA. A menos de 24 horas del referéndum, las calles de Barcelona se han llenado de banderas españolas en una manifestación convocada por Movimiento Cívico de España y Cataluña. Más de 1.000 personas han coreado diversas consignas antiindependentistas entre la mirada atónita de los turistas, que no entendían nada, y las miradas de soslayo de cientos de barceloneses que no compartían el sentimiento patrio mostrado por los manifestantes. Pero ni un mal gesto, ni una palabra más alta que otras. Respeto, mucho respeto desde todos los bandos. 

Porque si hay algo que llama la atención de lo que se está viviendo hasta ahora por las calles de la ciudad Condal es la normalidad, una normalidad que si uno viene de fuera no espera encontrarse. Cuando uno pasea por Barcelona ve gente de todo tipo. Son abiertos. Por sus calles pasean, y discuten, gentes de todas las tendencias. Una imagen habitual es ver a alguien con una estelada hablando con un españolista. No pasa nada.

De 'fronteras' hacia fuera, es decir, más allá de los territorios catalanes, la imagen que se tiene, mayoritariamente dada por los medios de comunicación y las redes sociales, es la de una Cataluña al borde del colapso. Y hasta el cierre de esta edición, nada más lejos de la realidad. Horas y horas de televisión basadas en la anécdota, sin menospreciar ciertos actos vandálicos en toda regla como destrozar coches de la Guardia Civil, han llevado a los españoles a creer que Barcelona está colapsada. Que de un momento a otro aquí va a estallar una guerra. Pero como ya se ha dicho antes, nada más lejos de la realidad.

Horas antes de la apertura de las urnas el ambiente es de absoluta normalidad. Es posible que este artículo mañana pueda parecer ridículo porque haya una batalla campal por las calles de Barcelona. Pero la pura realidad es que hasta ahora, no ha pasado nada. No ha habido incidentes de importancia. Independentistas y no independentistas conviven en total harmonía sin que pase nada.

Foráneos

 Sin embargo sí que existe un problema real. Según ha podido saber Valencia Plaza de fuentes de toda solvencia, se espera la llegada de radicales venidos de otras comunidades autónomas. Nadie es capaz de poner cifras, sin embargo, se espera gente tanto a favor del referéndum como en contra. Un hecho que podría alterar el curso de los acontecimiento.

La otra piedra en el camino de la normalidad viene dada por lo que pueda suceder a partir de las cuatro de la madrugada de hoy. Por un lado está la orden de la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de que a las seis todos los colegios deben estar cerrados. Por otro, cientos de padres, niños y vecinos de los colegios electorales permanecen dentro.

Los Mossos tienen orden de "hacer pasillo" a la Policía Nacional y a la Guardia Civil si estos deciden desalojar los centros. Problema, evidente, nadie quiere la foto de un policía estirando de un niño a las cinco de la madrugada. Ese, sin ningún género de dudas, será el momento más delicado al que todas las partes de este proceso se enfrenten. Es por ello que desde este periódico se hace hincapié en que la normalidad ha sido total hasta las diez de la noche del sábado. Qué pasará en la madrugada, solo el ministro Zoido y Rajoy lo saben.

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