2 Estaciones

Su cocina cambia al ritmo de la temporada y cada estación ofrece un menú radicalmente distinto fundamentado en los productos de proximidad y kilómetro cero y en el conocimiento de sus ritmos para ofrecer en cada momento los platos con sus ingredientes en el punto más álgido. Alberto es discípulo de Ricard  Camarena, y aunque hace muchos años que abandonó el cobijo del chef de Barx para montar su propio negocio, su influencia queda patente en la consistencia y complejidad de sus fondos: ligeros o untuosos, si algo los caracteriza es la contundencia de sabor.
Platos rotundos, sin complejos y, a pesar de la técnica empleada en ellos, con una de las características que más valoro en una cocina: saber exactamente qué estás comiendo. El producto es visible y el que habla es el paladar. Especialmente interesantes son sus guisos y platos de cuchara (quizás por sus orígenes castellanos), pero sin duda el plato por el que vuelvo cada temporada es el único que nunca desaparece del menú.

En confianza: El menú cambiante y la relación calidad-precio más satisfactoria de València que se ha convertido en santo y seña de la casa merecen cada una de las visitas. El cariño que nos muestran Mar y Alberto bien vale una parada en la siguiente estación.